El Barrio del Pilar Rugby ha recaudado 2.000 euros en productos de primera necesidad para enviar a Ucrania. La escuela suma así su granito de arena en ayuda humanitaria. La familia de uno de los jugadores del club está en peligro por la guerra.
En menos de una semana, familiares, amigos y seguidores de Barrio del Pilar Rugby han reunido una cesta de 1.970 euros en forma de productos de primera necesidad con destino a las zonas más afectadas de Ucrania. Esta ayuda humanitaria se realiza a través de la Asociación Ucranianos en España, con sede en el madrileño barrio de Aluche, que realiza un par de viajes semanales en furgoneta hasta la frontera de Rumanía con Ucrania, donde entrega los enseres a Cruz Roja para que la distribuya dentro del país donde más haga falta.
Pañales, comida no perecedera, hornillos y camping gas, botiquines de primer auxilio, antivirales y una pelota de rugby, como símbolo de la veintena de cajas que entregó este lunes por la noche el club a la asociación que, en circunstancias normales y entre otras actividades, se dedican al transporte de pasajeros y mercancías entre Ucrania y España. Ahora, ese envío se ha transformado en material para tratar de apoyar en todo lo que puedan a sus compatriotas.
Biktor e Iván son los encargados de organizar todos los productos que estos días están llegando a la Asociación y también los que conducen más de 70 horas hasta Rumanía. No tienen permiso para cruzar la frontera a su país, por ello han establecido contacto con trabajadores de la Cruz Roja en Ucrania, quienes sí tienen autorizado el acceso y la movilidad y, además, son quienes mejor información tienen sobre qué es lo que más se necesita en cada zona.
Barrio del Pilar Rugby está especialmente concienciado porque la familia de uno de los jugadores, ucraniana, está sufriendo las consecuencias de esta guerra y viviendo con temor el conflicto.
Víctor García, presidente de Barrio del Pilar Rugby, señaló que “me enteré del trabajo de la Asociación de Ucranianos en España a través de la prensa y rápidamente contacté con ellos para saber qué productos urgían más. Informamos por email a contactos y amigos, además de en redes sociales y la respuesta ha sido fabulosa. Especialmente la de una amiga de Hoyos del Espino (Ávila), que ha movilizado al pueblo entero. Ha sido tremendo. Ojalá no se necesite más porque haya acabado esto pronto, pero por si acaso seguiremos recaudando productos para enviarlos”.